HUMEDALES
Los
humedales son ecosistemas permanentes o temporales en los que convergen los
medios acuático y terrestre, caracterizándose por el alto grado de saturación
del suelo con agua. La convergencia de agua y suelo es propicia para proveer
hábitat a múltiples especies vivientes lo que representa un gran valor ambiental con incidencia ecológica,
científica, recreacional y paisajística.
El
carácter distintivo de los humedales está en la escasa profundidad del nivel
freático, con la consecuente alteración del régimen del suelo. Las
peculiaridades del entorno hacen que la fauna presente sea por lo general
endémica y netamente diferenciada de las zonas adyacentes; grandes familias de
aves y reptiles están únicamente adaptadas a entornos de este tipo.
Por su alta capacidad de absorción de agua, los humedales actúan como esponjas
que retienen agua durante las temporadas lluviosas, amortiguando las
inundaciones y manteniendo reservas de agua para las temporadas secas. Adicionalmente son
trampas naturales para retención de sedimentos;
surten agua a quebradas, lagunas y manantiales,
constituyen una excelente fuente de agua para uso doméstico, industrial y
agrícola además de
actuar en algunos casos como retenedores naturales del líquido, regulando su
flujo. Proveen alimento a las poblaciones humanas y la vida silvestre y
acuática y mejoran la calidad del agua
gracias a su capacidad filtradora.
Desde el
punto de vista social y cultural, los humedales constituyen un excelente
recurso para la recreación y el turismo, no solo por la gran diversidad de sus
ambientes, sino por la extraordinaria importancia paisajística.
Ecológicamente,
los humedales también brindan una serie de importantes beneficios, pues sirven
de refugio a animales que utilizan sus ambientes para vivir, reproducirse y alimentarse.
De igual forma se ha documentado su relevancia en el mantenimiento del
microclima y su contribución en la captación y emisión de Carbono.
A pesar de su importancia, los humedales se encuentran
amenazados. Estos peligros provienen de la ampliación de fronteras agrícolas y
ganaderas, desarrollo industrial, construcción de viviendas, caminos y
carreteras, cambios climáticos y deforestación entre otros
A pesar de
lo anterior, aún no se les ha concedido en nuestro país la suficiente atención
que merecen a nivel de instituciones públicas y privadas, los medios de comunicación
y la población.
Resulta
impostergable promover su valorización, inclusive por medios económicos que
permitan compararles efectivamente con otros bienes y servicios de importancia
estratégica para la sociedad. Su mal uso y desprotección resulta perjudicial
para nuestro desarrollo
Los humedales necesitan
conservación:
No contaminarse.
Protegerse con cercamientos efectivos
Reforestar sus alrededores con especies nativas y además
Establecer programas de concientización en
las escuelas y colegios.
El día mundial de los humedales se celebra cada 2 de febrero, desde 1971
Luis Pulido
Supatá, febrero 8, 2015