jueves, 7 de noviembre de 2013

Las hierbas silvestres de Bogotá



El mundo de lo espontáneo

Symphyotrichum subulatum - Nativa
En la ciudad, las hierbas silvestres (las así llamadas “malezas”) están siempre a nuestro lado. En las grietas del pavimento, en las orillas de las calles, encima de los andenes y en lo alto de los muros. Usualmente las ignoramos y, sin darnos cuenta, hasta las pisamos. A ellas les da igual: allí siguen, fuertes, prolíficas, aguantando el intenso sol, la sequía, los aguaceros, la contaminación, el peso de los transeúntes... A veces reparamos en su presencia, quizás atraídos por el surgimiento de una flor especialmente vistosa, quizás por su excesiva proliferación en un sitio particular. El interés suele ser pasajero y pronto continuamos nuestro camino, volviendo a dejar de lado a estas ubicuas plantas, que desaparecen de nuestra atención, convirtiéndose en una parte más del paisaje. A cualquier persona interesada en la naturaleza, bien le serviría dedicar un poco más de energía a la observación de estas hierbas silvestres. Su mundo, desde que nacen de una pequeña semilla hasta que mueren marchitas o arrancadas, está tan lleno de acontecimientos y dramas como cualquier otro. Y sus historias de vida revelan datos tan interesantes como los que podemos encontrar en la flora de cualquier bosque o de cualquier otro ecosistema natural alejado de la ciudad.
 
Escrito y publicado por Mateo Hernández.

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