Las hierbas silvestres de Bogotá
El mundo de lo espontáneo
Symphyotrichum subulatum - Nativa |
En la ciudad, las hierbas silvestres (las así
llamadas “malezas”) están siempre a nuestro lado. En las grietas del pavimento,
en las orillas de las calles, encima de los andenes y en lo alto de los muros.
Usualmente las ignoramos y, sin darnos cuenta, hasta las pisamos. A ellas les da
igual: allí siguen, fuertes, prolíficas, aguantando el intenso sol, la sequía,
los aguaceros, la contaminación, el peso de los transeúntes... A veces reparamos
en su presencia, quizás atraídos por el surgimiento de una flor especialmente
vistosa, quizás por su excesiva proliferación en un sitio particular. El interés
suele ser pasajero y pronto continuamos nuestro camino, volviendo a dejar de
lado a estas ubicuas plantas, que desaparecen de nuestra atención,
convirtiéndose en una parte más del paisaje. A cualquier persona interesada en
la naturaleza, bien le serviría dedicar un poco más de energía a la observación
de estas hierbas silvestres. Su mundo, desde que nacen de una pequeña semilla
hasta que mueren marchitas o arrancadas, está tan lleno de acontecimientos y
dramas como cualquier otro. Y sus historias de vida revelan datos tan
interesantes como los que podemos encontrar en la flora de cualquier bosque o de
cualquier otro ecosistema natural alejado de la ciudad.
Escrito y publicado por Mateo Hernández.
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